Hace un dia precioso afuera, mirando desde la ventana. Abro la puerta y salgo al balcón. El verde intenso del bosque justo enfrente contrasta con el claro azul del cielo. Ni una nube... Esto en Almería, o mismo en Lisboa, sería normal por estas alturas. Pero aqui en Letzebuerg (Luxemburgo en luxemburgués :) no lo es tanto. Desde mediados de julio hasta hoy, el clima veraniego alterna entre dias de sol y otros de lluvia. Así que andar de "sudadera" por aqui en estas alturas no es nada del otro mundo...
Me preparo y salgo a la calle. ¡¡Pero qué buen día hace!! Camiseta, bermudas, chanclas, una mochila, y una bolsa con algunos pantalones para mandar hacer los bajos. Empiezo la ruta "rutinaria", la de todos los dias para ir al trabajo. Ya al final, atravieso la rue de Bonnevoie y subo las escaleras del puente que cruza la via del tren. Al terminar las escaleras, un escenario déjà vu... Alguien se encuentra allí, sentado en el suelo y con un cartel pidiendo ayuda. Pero esta pesona tiene una particularidad: ...¡está fumando! Llevo bastante prisa, y como uno de los personajes de la história del buen samaritano, paso, lo miro, pero no me da lástima (está más gordo que yo, ...y ¡¡¡¡tiene la cara de estar fumando!!!!). Dejo los pantalones en la costurera, y vengo corriendo al tren.
Durante el corto viaje de 10 minutos comienzo a reflexionar sobre aquella situación. Antes no había sentido lástima, pero la verdad es que ahora ya es tarde para sentir compasión... A cada segundo que pasa me alejo de su realidad...
Pero, ¡¡creo que la vida es como un lindo día de sol!!, aunque a veces puede que vengan nubes, blancas, grises o negras. Es ley de vida. Sin embargo, a veces nos arriesgamos a pasar al lado de la Vida, fumando los cigarrillos de la displicencia, del (auto)abandono, u otros que a saber... También nos arriesgamos a dar la espalda a la Vida, esfumandonos en los ajetreos y rutinas del dia a dia...
No se si lo encontraré de nuevo. Pero la próxima vez, quiero parar, bajar, para que vea en mi los reflejos del Sol.
lëtzebuerg, 10 septiembre, 2008
Me preparo y salgo a la calle. ¡¡Pero qué buen día hace!! Camiseta, bermudas, chanclas, una mochila, y una bolsa con algunos pantalones para mandar hacer los bajos. Empiezo la ruta "rutinaria", la de todos los dias para ir al trabajo. Ya al final, atravieso la rue de Bonnevoie y subo las escaleras del puente que cruza la via del tren. Al terminar las escaleras, un escenario déjà vu... Alguien se encuentra allí, sentado en el suelo y con un cartel pidiendo ayuda. Pero esta pesona tiene una particularidad: ...¡está fumando! Llevo bastante prisa, y como uno de los personajes de la história del buen samaritano, paso, lo miro, pero no me da lástima (está más gordo que yo, ...y ¡¡¡¡tiene la cara de estar fumando!!!!). Dejo los pantalones en la costurera, y vengo corriendo al tren.
Durante el corto viaje de 10 minutos comienzo a reflexionar sobre aquella situación. Antes no había sentido lástima, pero la verdad es que ahora ya es tarde para sentir compasión... A cada segundo que pasa me alejo de su realidad...
Pero, ¡¡creo que la vida es como un lindo día de sol!!, aunque a veces puede que vengan nubes, blancas, grises o negras. Es ley de vida. Sin embargo, a veces nos arriesgamos a pasar al lado de la Vida, fumando los cigarrillos de la displicencia, del (auto)abandono, u otros que a saber... También nos arriesgamos a dar la espalda a la Vida, esfumandonos en los ajetreos y rutinas del dia a dia...
No se si lo encontraré de nuevo. Pero la próxima vez, quiero parar, bajar, para que vea en mi los reflejos del Sol.
lëtzebuerg, 10 septiembre, 2008
1 comentario:
bien, bem, eu não vou estragar a tua reflexão com comentários pois o que lá está é por si só descritivo e sua forma é surpreedentemente bela para mim.
digo apenas que se continuas assim vais publicar um livro, pois para além do principal (o conteúdo), vejo ingredientes que até então desconhecia em ti e que aformoseam a tua prosa a nível já de escritores conhecidos.
muito bem.
diria mais, mesmo muito bem!
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